Un libro intensamente personal que es al mismo tiempo el retrato de una generación. Un reflejo de la lucha por la libertad y la ruptura política entre padres e hijos a lo largo de las últimas décadas en España.
«Tengo sesenta años y aún fantaseo con ser otro, tener otro padre, otra familia. Siempre con la carga de la infancia, en guerra subterránea permanente conmigo mismo. Soy como España: un derrotado por el franquismo, víctima de una transición mal resuelta, incapaz de sacar a los muertos de las fosas comunes.
Necesito desenterrar al niño desaparecido que podría haber sido y que no fui, y ponerlo en el lugar íntimo de la memoria que le corresponde.»