Ciudad de Palma, años 80. Cada esquina del barrio chino tiene una historia que contar. Gabi, el aún adolescente protagonista, deambula por las calles de su pequeño mundo junto a sus amigos Benjamín, Arnaud, Falen, Ramos..., tratando de entenderlo y de entenderse. Así, prueba las drogas, descubre el sexo, se refugia en la literatura y el dibujo, se siente más unido a sus amigos que a su propia familia, descubre que las diferencias sociales son también fronteras, y que éstas, a veces, son infranqueables. Éste es el marco en el que se mueve 'Historias del barrio', una novela gráfica realizada a cuatro manos entre Gabi Beltrán y Bartolomé Seguí.
A través de esas historias entrelazadas entre sí y basadas en los recuerdos de la adolescencia y primera juventud del narrador, recorremos las calles y plazas de una zona de Palma que, en aquella época, sólo parecía existir para los que habitaban en ella.
Malos tratos, robos, drogas y miseria. Pero también inmersiones en busca de pulpos; fantasías contadas en voz alta observando las estrellas; carreras de bicicletas rumbo al mar. Pequeños espacios de felicidad y libertad, de madurez repentina dentro del caos, sólo entendibles desde unas enormes ganas de vivir, unos sueños por conseguir y una impetuosa necesidad de superación. Es una mirada tierna y delicada, exenta de juicios o ajustes con el pasado. Una visión comprensiva hacia un pasado duro, que se hizo soportable, gracias a la amistad, la lealtad y la feliz inocencia de unos años en los que, a pesar de todo, se intentaba seguir siendo un niño.