La biografía del artista ampurdanés que revolucionó el surrealismo y se convirtió en pionero de las performances.
Dalí joven, Dalí genial es una introducción amena, para el lector no especializado, al Dalí esencial, al Dalí que ya para 1929 ha creado obras que figuran entre las más extraordinarias de toda su carrera y que nunca serán superadas. ¿Cómo llegó Dalí a ser Dalí? ¿Quién se escondía detrás de la máscara del Gran Exhibicionista posterior?
Gibson nos descubre las raíces ampurdanesas de Dalí y su familia antes de llevarnos en apasionante periplo a Barcelona, Madrid -con Lorca y Buñuel en primer plano- y París, trazando con mano magistral la trayectoria que, en diez años, lleva al figuerense desde el impresionismo hasta el surrealismo. El encuentro con Gala, y la compra al año siguiente de la barraca de pescadores al pie del cabo de Creus significan el inicio de una nueva etapa en la vida del pintor. En este libro el protagonista es el fabuloso Dalí joven cuya ambición es ser tan famoso -o más- que Picasso.
«¡Dígales que yo fui surrealista antes de conocer a Gala!». Con solicitud tan imperiosa Salvador Dalí dio fin a la emotiva entrevista concedida a Ian Gibson en 1986, poco antes de su muerte. No le fallaba la memoria al pintor. Cuando aparece la Musa en 1929, Dalí, que entonces tenía 25 años, ya abrazaba con fanatismo el movimiento capitaneado por André Breton. El «Papa» del surrealismo, impresionado por el talento, la inteligencia y la estrafalaria personalidad del joven catalán, no había tardado en intuir que su aportación al movimiento, entonces en crisis, podía ser contundente. Y así sería.