Autopsía de la novela negra es un amnual de escritura de desentraña todas las claves para escribir género negro a través de un relato que ejemplifica la forma de usar las distintas herramientas con las que cuenta el escritor. A los capítulos de la historia de ficción y los capítulos teóricos se añaden jugosas notas al pie que introducen comentarios, biografías y curiosidades sobre autores como Ellery Queen, Dashiell Hammett, Agatha Christie o Raymond Chandler. Al mismo tiempo, la parte propiamente teórica se integra perfectamente en la ficción narrada, tomando la forma (en lo referido a la redacción y el tono) de notas que el narrador (médico y estudiante de criminología) ha ido acumulando como reflexiones sobre la investigación criminal. Este libro ofrece todas las claves técnicas necesarias para escribir novela negra y, aunando teoría y práctica, las planea a través de un seductor relato de género negro, «El presidiario y la viuda», en el que el médico y estudiante de criminología Demetrio Barea se ha envuelto en una compleja trama de prostitución, mafias internacionales y relaciones turbulentas. Este libro enseña los temas y procedimientos científicos actuales empleados en la moderna investigación criminal: la realización de autopsias, el levantamiento de un cadáver, el suicidio, los trastornos mentales, las heridas por armas de fuego, los trastornos del comportamiento sexual, la violación, la vida de los presidiarios, las contusiones y erosiones, las mafias, las asfixias, sofocaciones y ahorcaduras, los trastornos del estado de ánimo, del sueño y de la personalidad, la prueba del ADN, las motivaciones para matar y delinquir, la repercusión del entorno en la conducta humana, los factores que actúan sobre la personalidad... «El doctor Demetrio Barea no es, precisamente, un detective profesional, sino un médico cuarentón que, de tanto rozarse con los presos de su cárcel, ha aprendido cosas del mundo de la delincuencia. Este y otros personajes como los presos Eloy Santana y el letra-herido Bufalino, serán quienes aporten los consejos intrínsecamente literarios del género que nos ocupa. Un personaje, Bufalino, que antes de escritor fue un lector compulsivo de novelas policiacas, y el otro, Eloy Santana, que ha sido sacerdote antes que presidiario, y que ahora está empeñado -quizá como tú y como yo- en escribir novela negra.» Victor Bolívar Galiano