Joana Biarnés se inició en el oficio con su padre, Joan Biarnés, colaborador de Mundo Deportivo, en campos de fútbol, donde tuvo que aguantar los chascarrillos gruesos de la grada por su imagen femenina, con falda y pelo rubio. Fue también su padre quien la alentó a formarse en la Escuela de Periodismo de Barcelona. Al acabar los estudios en 1959, los periódicos se negaban a darle trabajo por su condición de mujer, pero siguió trabajando de fotógrafa: foto fija de cine, publicidad, moda, fotografía industrial, entre otras. En 1963, una colaboración casual en Barcelona para el diario Pueblo hizo que el director del rotativo le ofreciera un contrato en la redacción de Madrid, donde fue la única mujer hasta 1967. Allí tuvo la ocasión de trabajar y aprender con grandes figuras del oficio.
Tras dejar Pueblo en 1973, trabajó para Blanco y Negro, del diario ABC y, posteriormente, para algunas agencias. En 1985, en vista del creciente mercadeo amarillo de las noticias del corazón, decidió abandonar la profesión y dedicarse a su otra gran pasión: la cocina. En 1986, con su marido, el periodista francés Jean Michel Bamberger, montó con gran éxito el restaurante Cana Joana en Ibiza, que regentó hasta su jubilación, en 2007.