Algunas artes de la Inquisición española descubiertas y puestas a la luz En la edición de Luis de Usoz (1851) actualizada Introducción de David González Romero Conocido como el «Montes», ?Montano?, ?Misterios de la Inquisición?, este libro, considerado un bestseller de su tiempo, es uno de los máximos exponentes de la literatura propagandística contra la política imperial de la Monarquía Hispánica en el siglo XVI y uno de los puntales que sostiene la Leyenda Negra española. Sin duda, es la obra de referencia del imaginario siniestro de la Inquisición española y de toda la literatura antiinquisitorial posterior. A pesar de surgir de una operación propagandística y de los recelos que suscita, ha sido al mismo tiempo, y hasta el día de hoy, una relevante fuente histórica, en todos los acercamientos a la Inquisición, la realidad y represión del protestantismo en España y la historia española del siglo XVI. Su fidelidad general, cada vez más comprobada, a los hechos que relata, los mecanismos inquisitoriales y la represión contra la herejía ?luterana? en Sevilla entre 1557 y 1564, parece poderle en el fiel de la balanza entre la historia y la propaganda a sus argumentos tendenciosos de proselitismo protestante. Por su enorme éxito y trascendencia, tuvo también enormes ramificaciones en la literatura de ficción (fuente argumental para el Hamlet de Shakespeare, trama nuclear en los orígenes de la novela gótica...) pues contiene claves estéticas de escenografía y representación literarias para mecanismos de horror e intriga que resultarán esenciales para el posterior desarrollo de los géneros europeos modernos de misterio y entretenimiento. El libro se publicó en latín en Heidelberg en 1567. Su enorme impacto y éxito propició inmediatas traducciones, entre 1568 y 1569 al holandés, inglés, francés y alemán y sucesivas ediciones hasta 1625. Además cuenta con numerosos ediciones, epítomes, reelaboraciones y reproducciones parciales que pueden rastrearse hasta bien entrado el siglo XIX. En español conoció su primera versión en 1851, la que reproducimos en nuestra edición con las lógicas actualizaciones, mínimas pero necesarias. Su autor, Reginaldo Gonsalvio Montano, es seudónimo de uno o algunos de los frailes huidos en 1557 del monasterio de San Isidoro del Campo de Santiponce (Sevilla), con el que se tiende a asociar a Antonio del Corro y/o Casiodoro de Reina, ambos personajes centrales de la rica y desconocida literatura disidente española del XVI.