Una novela sobre los sueños que nos mantienen vivos, los viejos ideales que nunca se olvidan y la fuerza de los niños para cambiar el mundo.
Año 1914. Un hombre solo viaja en tren de Francia a Barcelona. Cerca del macizo del Montseny, siente el impulso de bajarse en una pequeña estación. El olvido que busca podría encontrarse en el silencio de la montaña.
El protagonista pasa a formar parte de una pequeña comunidad de leñadores y se acostumbra a la vida sencilla en contacto con la naturaleza. Atrás quedan los ideales y los sueños envueltos en su pasado desconocido.
Pero no podemos oponernos a nuestro destino, y pronto descubrirá que los niños de la explotación forestal lo necesitan. Tal vez el aislamiento del bosque sea, después de todo, el lugar para llevar a la práctica los principios pedagógicos que la Escuela Moderna había desarrollado en Barcelona a comienzos del siglo XX.
Los viejos ideales nunca se olvidan.