Pocas veces una vida y un relato literario
son capaces de captar con tanta viveza
y exactitud toda la esencia de una época.
Este es el caso de Vivant Denon (1747-
1825). Escritor, dibujante, grabador, diplomático,
viajero, coleccionista de arte,
fundador y director del museo del Louvre,
su imparable carrera se desarrolló tanto
al servicio de los tres últimos reyes de
Fran cia como bajo el gobierno de la Re vo -
lución y Bonaparte.
En toda su rica y larga vida, Denon solo
nos dejó un único relato, titulado «Sin
mañana»; un cuento erótico que publicó
anónimamente en 1777 sin molestarse
siquiera en reclamar su autoría, pues le
bastaba la aprobación de aquellas pocas
personas a las que estaba destinado. Sin
embargo, los unánimes elogios de Chateaubriand,
Stendhal, los Goncourt y
Anatole France entre otros, y más recien
temente la admiración del cineasta
Louis Malle, son una prueba de su
par ticular inmortalidad literaria. Milan
Kundera sitúa este cuento «entre las obras
literarias que mejor parecen representar
el arte y el espíritu del siglo XVIII»; la obra
más perfecta de toda la literatura libertina
de su tiempo, que comienza, dice, «con la
frase más bella de la prosa francesa».
Pero Denon fue también un notable
viajero cuyas hazañas e impresiones
tampoco han pasado al olvido. Sus notas
sobre su «Viaje por el Bajo y Alto Egipto»,
acompañando a la armada de Napoleón
en su célebre expedición por las tierras
del Nilo, es un documento de primera
mano lleno de interés histórico, pues no
solo es uno de los primeros arqueólogos
europeos en contemplar y dibujar los
monumentos del antiguo Egipto sino que
su destino lo coloca con frecuencia en
medio de los grandes incidentes de esta
campaña: la batalla naval de Abukir, en
la que Nelson hunde la flota francesa, la
batalla de las Pirámides y la persecución
de Murâd Bey durante trece largos
meses, que le llevará hasta las lejanas
tierras de Nubia.
Por último, las semblanzas biográficas
de Anatole France y François Bory,
que abren y cierran este volumen terminan
de dar un perfil completo de este gran
escritor incógnito de las letras francesas.
PRÓLOGO:ANATOLE FRANÇE
EPÍLOGO: FRANÇOIS BORY
TRADUCCIÓN: ANNE-HÉLÈNNE SUÁREZ
GIRARD PREMIO ÁNGEL CRESPO EN 2003