Una historia plena de sentimientos y confesiones que nacen de la introspección.
Un intento sincero y valiente de romper esas barreras intangibles que, erigidas involuntariamente entre padres e hijos, son causa con demasiada frecuencia de un profundo sufrimiento moral.
En una fría habitación de hospital, frente al lecho de su madre que yace senil en el ocaso de la vida, Anna es consciente por primera vez de lo poco que conoce a su progenitora. Decide pues, valiéndose de unos diarios y unas fotos de familia, emprender un viaje hacia el pasado con la intención de descubrir los hechos más importantes que determinaron la existencia de Johanna y de Hanna, madre y abuela, en busca de esas señas ocultas, esos códigos secretos que, pasando de generación en generación, modelan nuestra identidad sin que apenas tengamos conciencia de ello. Y lo que empieza siendo pura curiosidad se transforma pronto en acuciante necesidad, pues Anna comprende que sólo así podrá reconciliarse con su pasado y encontrar la estabilidad que le permita solucionar los problemas que la aquejan.
Con una inusitada capacidad de implicar al lector en los avatares de sus personajes, Marianne Fredriksson ha compuesto una bella historia acerca de los conflictos, sinsabores y alegrías de tres mujeres escandinavas -abuela, madre e hija- representativas de tres épocas muy distintas en la evolución de la historia europea contemporánea.