Autora de Déjame ir, madre ?el conmovedor intento de una mujer por reconciliarse con su anciana madre a pesar del abismo ideológico que las separa?, Helga Schneider narra en este libro su primer ajuste de cuentas con la memoria, abordando con inusitada candidez los horrores de una infancia robada.
Víctima de un triple abandono ?madre, padre y madrastra, que rápida y sucesivamente desaparecen de su vida?, la pequeña Helga sobrevive en Berlín, una ciudad que, convertida en una inmensa hoguera por los bombardeos aliados a finales de la guerra, es el escenario de esta crónica de la locura vista por los ojos de una niña, unos ojos lúcidos que no olvidan la violencia física y psicológica de aquella realidad incomprensible. A la forzosa convivencia en el sótano con los vecinos del edificio, agravada por la oscuridad, el frío y la escasez de alimentos, se suma la continua disputa por la supervivencia, el agotamiento, la enfermedad y la presencia constante de la muerte. Y como cruel ironía del destino, la visita fortuita al búnker de Hitler, a quien Helga recuerda como un ser avejentado, tembloroso, de una mediocridad decepcionante.
No hay cielo sobre Berlín es una lectura apasionante que transmite toda la fuerza y la valentía de una niña, Helga, la misma que en su madurez regresa con pulso firme a su pasado más doloroso y lo expone abiertamente, sin censuras, pero también sin recrearse en el dramatismo, para contribuir con su testimonio a la construcción de la memoria reciente de la humanidad.