Con esta novela, finalista del Premio Booker 1989 y publicada en castellano un año más tarde, Salamandra inicia la recuperación de la obra de una de las grandes escritoras europeas de nuestro tiempo. Fallecida recientemente a los noventa y cuatro años, Sybille Bedford era hija de padre alemán y madre inglesa, y perteneció a la última generación de aristócratas que consideraban Europa su verdadera patria. Su obra narrativa, marcadamente autobiográfica, se mueve con maestría en la sutil frontera que separa la memoria y la imaginación, los recuerdos y la literatura, y constituye el testimonio más auténtico y conmovedor de una época de brillo y esplendor que acabó devorada por la tragedia.
Fragmentos de vida se inicia en Alemania a finales de la Gran Guerra. Escrita en primera persona, Billi describe su infancia en el castillo de una pequeña localidad del gran ducado de Baden. Su madre ha huido con un amante y ella vive sola junto a su padre, miembro de la aristocracia bávara, en la estrechez y la precariedad. A los nueve años, la repentina muerte de su padre cambiará su destino: Billi abandona su ordenada vida en Alemania y comienza una existencia caótica y deslumbrante junto a su madre en Italia. Pronto será enviada a Inglaterra, donde, sin más tutela que sus propias lecturas y esporádicos profesores privados, Billi se hace autodidacta e inicia una extravagante educación intelectual, emocional y sexual.
En 1926, cuando la presencia de Mussolini empieza a ser intolerable, su madre y su nuevo marido se instalan en Sanary-sur-Mer, un pequeño pueblo francés, donde Billi pasará los veranos inmersa en la vibrante comunidad de artistas e intelectuales cuyo centro es el escritor Aldous Huxley. En Sanary descubrirá el amor, la adicción de su madre a la morfina y, sobre todo, su vocación de escritora, la cual, a la postre, la conducirá a las cotas más altas de la excelencia literaria.
Fragmentos de vida es no sólo una ventana abierta a un periodo fascinante de la historia europea, sino también una invitación a compartir la aventura vital de una mujer fuera de lo común. Sin asomo de sentimentalismo, Bedford relata su excéntrica adolescencia y juventud con una sensualidad envolvente, en agudo contraste con una realidad que se desliza hacia el abismo individual y colectivo.